Emma Romeo | Barcelona
Un total de 47 realizadoras han presentado sus obras a miles de personas. Una cifra que, ante las 269 obras presentadas, sigue siendo baja a pesar de ir creciendo año tras año.
Ante esta problemática social, la dirección del evento ha querido dar protagonismo a estas mujeres de distintas formas:
La película presentada por Ana Lily, Mona Lisa and the Blood Moon, se ha encargado de inaugurar el festival. Ana ha acogido el tema de este año, hombres lobo, y lo ha plasmado en un film que trata sobre una mujer, que posee peligrosas habilidades, escapa del centro psiquiátrico donde reside y quiere rehacer su vida en las calles de Nueva Orleans.
Ana ya había presentado otras películas en Sitges años atrás, A Girl Walks Home Alone at Night (2014), con la que ganó tres premios, y The Bad Batch (2017).
Con este proyecto, se quiere dar más visibilidad a las mujeres dentro del cine de género. Los coordinadores del festival han hecho un recuento y la participación de mujeres en la sección oficial de competición no es más que un 6% del total y un 10% en codirección.
Sitges concederá tres becas a tres cineastas sin experiencia en el cine fantástico y de terror. Además, producirá un cortometraje anual escrito únicamente por mujeres con una convocatoria abierta.
También, se quiere recordar, de manera histórica, a aquellas mujeres que han participado en el cine de género, además de señalar a las más recientes.
Así, se espera que las mujeres tengan más representación, y en igualdad, en los Festivales y entregas de premios.
En la sección oficial Fantàstic a Competició, Camille Griffin ha ganado el premio a mejor guión por la película Silent Night. En la sección Noves Visions, Anita Rocha da Silveira ha ganado el premio a mejor dirección con Medusa. Iuli Gerbase se lleva el premio Blood Window con A Nuvem Rosa; Ana Lily Amirpour ha ganado el premio Carnet Jove al mejor largometraje de género fantástico, con la película ya mencionada Mona Lisa and the Blood Moon, y Lina Kalcheva el premio Carnet Jove a mejor cortometraje de animación con Other Half.
Antes de llevar a cabo nuestro proyecto audiovisual debemos esclarecer cuál puede ser el formato que más se ajuste a él. No es tarea fácil teniendo en cuenta las diferentes opciones que se nos plantean: ¿Qué será lo indicado? ¿Un film o una serie? Y las preguntas no acaban aquí… También surgen dudas alrededor de la duración que este debería tener: ¿Realizamos un corto, un medio o un largo? ¿La serie de 24 capítulos o de 10? ¿Cuántos minutos duraría cada capítulo?
A continuación intentaremos resolver todas estas dudas para hacer tu elección más sencilla y efectiva.
Antes de nada vamos a dejar claras las diferencias más básicas entre los diferentes formatos fílmicos. Estas están basadas, principalmente, en la duración:
Entonces, ¿Qué implica esta duración? Lo primero a tener en cuenta para nuestra elección, gira en torno al género y el presupuesto. Normalmente un cortometraje deja más espacio a la creación y experimentación artística y te permite, también, una mayor variedad en el formato. El largometraje, en cambio, suele estar rodado en 70mm. Las diferencias de costes pueden parecer obvias: Si disponemos de poco presupuesto, podemos hacer un corto y si este es elevado, un largo; pero existen variantes: Teniendo un presupuesto medio, podemos plantearnos invertir mucho en algo más pequeño y concentrado como es un cortometraje (dotándole así de una gran calidad) o podemos distribuir ese presupuesto para la producción de un largometraje. Aun así, no olvidemos que siempre tendremos también la opción de realizar un mediometraje que, como su nombre indica, nos proporciona aspectos compartidos con ambos formatos.
Llegados a este punto, si dejamos entrar al debate a las series, la decisión sigue condicionada por los mismos factores: Conocer todo lo que necesitará nuestra idea par ser desarrollada a la perfección (cuántas tramas y subtramas tiene, la profundidad de los personajes, el universo que propone…), el presupuesto y, como elemento añadido, la actualidad en el mercado.
Actualmente los cortometrajes están teniendo mucha tirada respecto a la producción de años atrás. La amortización comentada anteriormente, sumada a los tiempos actuales con su respectiva falta de recursos y subvenciones ha llevado a un gran número de cineastas a optar por dicho formato. En cuanto a series, la tendencia actual, marcada por el auge de las plataformas VOD, se encamina hacia series cortas e intensas en su contenido. Mayoritariamente se producen series de 10-13 capítulos de entre 20 y 15 minutos. Aun así, es importante realizar un ejercicio de desvinculación de la realidad y, más allá de lo que el mercado audiovisual marca, pensar en las necesidades más fundamentales de nuestro proyecto; teniendo en cuenta incluso algo tan simple y personal como: ¿Qué te apetecería a ti como espectador?
En último lugar, es necesario remarcar que debemos ser creadores proactivos y observadores. Estar bien al día de las novedades y observar cómo funciona nuestro sector nos permitirá detectar con facilidad cuáles es la oferta y la demanda del mercado: ¿Qué están buscando que no tengan ya? A partir de aquí, gran parte de lo dicho se resume en tener una mente abierta y predispuesta al cambio para conseguir poder adaptar nuestro proyecto a sus necesidades y las demandas del mercado audiovisual actual.
Ahora puedes pensar y reflexionar en base a estas opciones para rodar tu idea, iremos ampliando la información pronto y seguiremos acompañándote.
Categoría: Consejos, Crowd&Play, Proyectos, Proyectos Audiovisuales
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