Finaliza el rodaje de “Tina: La Cuarta Víctima”

Después de muchos meses de gestación y de sobrellevar las dificultades derivadas del contexto actual, el 27 de octubre finalizó el rodaje de “Tina: La Cuarta Víctima”, un cortometraje de Aleix Masferrer. Así pues, el proyecto procede a adentrarse en la fase de post-producción y se acerca cada vez más a salir a la luz. 

 

 

Con este proyecto, Masferrer se atreve a profundizar en uno de los temas más vigentes en la agenda mediática de los últimos años: las agresiones sexuales inducidas por el uso de sustancias químicas. Éste no es el único método a través del cual se vulnera la libertad y los derechos fundamentales de las mujeres, pero desde luego es una de las expresiones más contundentes de la violencia machista y patriarcal. Así pues, “Tina: La Cuarta Víctima” pretende visibilizar la proliferación de sustancias químicas que alteran las facultades físicas y psíquicas de las víctimas para abusar de ellas. Una de las más recurrentes es la burundanga. 

La protagonista de este cortometraje se despierta sola en un banco de una plaza de Barcelona sin saber quién es ni cómo ha llegado allí. Ha sido drogada por su agresor con burundanga (también conocida como escopolamina), que significa literalmente “aliento del diablo”. Los síntomas son siempre los mismos: amnesia completa o parcial, resaca desproporcionada, desinhibición, parálisis sin pérdida de conocimiento, alucinaciones, pérdida de conocimiento completa, alteración del juicio, somnolencia y náusea. 

 

 

Este tipo de violencias, lejos de reducirse, persisten en nuestra cotidianidad y representan solo la punta del iceberg de una estructura heteropatriarcal que nos oprime, nos silencia y nos asesina. A día de hoy, parece que este tipo de prácticas son aún percibidas como un mito, pero representan una de cada cuatro agresiones que atiende el Hospital Clínic de Barcelona, que cuenta con una unidad especializada para atender a las víctimas. Según los últimos datos recopilados en enero del 2020, durante el último año se atendieron 503 agresiones sexuales (un 11,5% más que el año anterior); la mitad de las víctimas tenía menos de 25 años (una veintena eran menores de edad); y más de ocho de cada diez eran mujeres.

La erradicación de estas violencias debería estar a primera línea de las prioridades políticas y civiles de nuestra sociedad y, sin embargo, en muchos casos, las instituciones y los medios de comunicación siguen perpetuando un clima de completa impunidad para los agresores y siguen siendo las víctimas las que son cuestionadas. Proyectos como “Tina: La cuarta víctima” son necesarios e irrenunciables, ya que trabajan como agente transformador de conciencias y ponen sobre la mesa temas tabús y debates silenciados. 

 

 

Es por eso, que ahora que nos adentramos a la última fase del proyecto y su estreno es una realidad cada vez más tangible, es indispensable agradecer a todos aquellos mecenas que apostaron y patrocinaron esta historia, ya que sin ellos, no habría sido posible alcanzar el objetivo óptimo para poder llevarla a cabo. Invertir en cultura e implicarnos políticamente con nuestro entorno es la única manera de trabajar colectivamente hacia el cambio. Porque, en la calle, las mujeres queremos ser libres, no valientes.

 

Para más información:

  • PATROCINAM: https://patrocinam.com/proyecto/tina-la-cuarta-victima1173/

Sigue el proyecto en sus redes sociales:

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