¿Cómo acertar con un pitching?

En este artículo te explicamos las claves para hacer un buen pitching y lanzar tu idea al mercado.

El término pitch o pitching es cada vez más famoso en el sector audiovisual, pero, ¿de qué se trata exactamente? La palabra pitch proviene del inglés, del verbo lanzar, y hace referencia a la venta de proyectos de series, largometrajes, documentales o programas de televisión. Es decir, el pitch es la presentación pública que debes hacer ante posibles inversores, productores o cadenas, de tu guion o idea audiovisual. Precisamente, su origen proviene de la venta de guiones.

Existen diferentes tipos de pitchings, aunque el más conocido y utilizado es el que dura entre 5 y 10 minutos, seguido de una ronda de preguntas por parte del jurado. En este corto y estricto período de tiempo tienes que presentar tu idea delante de un jurado y convencerlo de que vale la pena apostar por ella. 

¿Qué tiene que incluir un pitching?

Al comenzar un pitch, es importante que te presentes y expliques por qué estás haciendo este proyecto, por qué crees en él y que te emociona de él. No solo debes vender tu proyecto, también tienes que venderte a ti mismo: si invierten en tu proyecto, invierten en ti. Debes convencer al jurado de que tú eres la persona adecuada para llevarlo a cabo. Intenta conectar con el jurado en estos primeros minutos, emociónales y haz que tengan ganas de escucharte y trabajar contigo. Cuando realizas un pitching, tienes que conseguir generar expectativas a los que te escuchan, tu presentación no puede dejar indiferente a nadie y tiene que despertar preguntas al acabar.

Por otro lado, debes conocer tu proyecto y saber resumirlo en frases clave. Por ejemplo, puedes explicar qué es lo que más te gusta de tu proyecto, de dónde ha nacido la idea… Los primeros 30 segundos del pitching son claves, en ellos tienes que dejar clara tu Claim/Log-line y el formato de tu idea. También debes indicar de qué tema trata tu proyecto y dentro de qué genero entra. 

Puedes acompañar tu explicación con una presentación, lo más visual posible (evita el texto ya que puede desviar la atención). También es muy útil y te recomendamos llevar un teaser o tráiler del proyecto preparado para proyectar, ya sea al empezar o acabar el pitch, para que quede más claro el tono y la intención de tu idea, así como para captar la atención rápidamente.

Finalmente, te recomendamos que hagas un resumen final en el que expliques por qué vale la pena invertir en tu proyecto.

¿Cómo preparar un pitching?

Antes de nada, debes hacer un trabajo de investigación para saber dónde encaja mejor tu idea y donde vas a tener más posibilidades de gustar. Una vez tengas claro tu objetivo y hayas conseguido la cita, estudia delante de quién vas a presentar. Investiga los perfiles del jurado y sus proyectos anteriores, ¿qué han hecho? ¿Puedes adivinar qué es lo que buscan, qué les interesa?

Aparte de conocer bien al jurado, es imprescindible que conozcas a la perfección tu proyecto. En un pitching tienes que ser claro y conciso, y saber resumir los puntos clave que creas que tiene tu proyecto. Distribúyelos bien a lo largo de tu breve presentación e insiste en los que sean más atractivos y con más potencial.

Siguiendo esta línea, debes buscar qué es lo que diferencia y hace especial a tu proyecto. Pregúntate si consigue emocionar al espectador, si es innovador…Resalta los puntos por los cuáles crees que puede conectar más con la audiencia.

Ten claro que el pitching no finaliza cuando acabas de explicar tu idea, sino cuando el jurado lo decide. Por eso, tienes que estar preparado para todas las preguntas o cuestiones que te hará una vez termines de presentar. Para ello, prepara posibles preguntas que creas que te pueden hacer, aunque no formen parte del pitching. Es importante que no te quedes en blanco y puedas contestar fluidamente en esta parte del pitch, aunque te recomendamos que lo hagas siempre con sinceridad. 

Finalmente, ensaya y memoriza lo que quieres decir y, sobre todo, cómo lo quieres decir.  También es muy importante tu expresión no verbal, así que trabaja en ella: mira a los ojos al jurado, vocaliza y habla claro, sin prisas. Ten clara la estructura de tu presentación, y no te olvides de mostrar ilusión y ganas explicando tu idea. Seguro que así, consigues llevarte al jurado al bolsillo y ¡lanzar tu proyecto al éxito!


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